Monday, July 28, 2014

Pendejo Corazón

Si supieras cómo desearía
Estar escribiendo
Con la tinta del sudor
En el pergamino de tu piel
Todo aquello que con las palabras sobra
Y que con la unión de los cuerpos
Se da por entendido.

Cómo desearía
Que el espacio vacío
De entre tus brazos abiertos
Fuese para mí.
Más sé,
Que entre ellos
No
Me corresponde estar.
Así
Como también sé
Que no me esperas.

Quiero obligar al pensamiento
A olvidarte,
Pero mi maldita buena memoria
No me lo permite.
Soy yo la que te desea,
La que te procura,
La que te necesita,
La que añora,
En fin,
La que te ama.

Te conozco desde hace un lustro.
No eres mi amigo más reciente,
Más te has vuelto
El más querido.
¡Y solamente te conozco desde un lustro!

¡Hay un pendejo entre los dos!
No eres tú,
Ni tu mente,
Ni tu cuerpo.
Es la que escribe esto para ti.
No me amas,
No me extrañas,
No me necesitas.
Más aquí
Sigo yo,
Castigando al papel
A que cincele en sus renglones
Con tinta indeleble
Mi llanto por ti.

No soy Cenicienta,
Ni la Bella Durmiente,
No ocupo que me salves,
Pero sí que me despiertes.
Tú no me amas,
Más no me cala.
Tal vez si lo gritas,
De una vez entiendo.

Cada noche me acuesto pensando en ti,
Y es más que obvio,
Que cada mañana
Sin ti me levanto.
La razón entiende
Que mío no eres,
Que mío no serás,
Pero la vela de la esperanza,
Esa flama en mi corazón,
No se apaga.
Simplemente
No se apaga.

Ya debo regresar a dormir,
Y dar descanso a mi cuaderno,
¡Mi fiel cuaderno!
¡Es insólito
Cómo él aguanta
Tanta pendejada!
Sin ti no me muero,
Sin ti no dejo de respirar.
¡Corazón!
¡Corazón, entiéndelo ya!
Entiende ya
Que esta batalla
Desde mucho antes
Ya se sabía
Que yo no ganaría.

¡Maldito corazón!
¡Pendejo corazón!