Friday, October 23, 2015

Hace Días

Hace días que no siento nada.
Hace días que no veo el cielo.
Hace días que no respiro.
Hace días que estoy en coma.
Hace días que no veo el rosa.
Hace días que no vivo.

Atrapada estoy
En mi propia celda.
Celda creada y manufacturada
Por mi absurda lógica.
Me he encerrado
Para no sufrir;
Pero creo que el remedio
No me funcionó.

Hace días que no escribo,
Que no escribo al amor,
Al desamor,
A la amistad,
A la vida,
A la paz,
A la guerra,
A la nada
Y al todo.

No sé si me perdí
Adrede
O me dejé llevar.
No sé si lo pensé
Y mi inconsciente lo acató.
No sé si fui yo
O fue algo más.

Quiero ver,
Quiero amor,
Quiero sentir,
Quiero oler,
Quiero todo
Una vez más.
Quiero bailar
Quiero cantar,
Quiero saltar
Hasta que ya no pueda más.

Hace días que dejé de vivir,
Sí,
Pero quiero creer que mi deseo
Es más fuerte que mi condición.
Debo creerlo.
No puedo hundirme.
Mi mayor obstáculo
Yo misma soy.
Mi mejor aliada
Es lo que debo ser.
Yo vivo conmigo desde que nací.
Me digo a mí:
Ve, goza, ríe,
Llora, ama.

Tuesday, October 13, 2015

La Idiota Soy Yo

Perdí el control.
Creí que era impenetrable.
Me hacía a prueba de balas.
La inmutable.
La señorita me las sé todas.
Pero no fue así.
No,
No es así.

Jugué con fuego

Y salí con quemaduras de tercer grado
Las cuales quise reparar con benditas.
¡Decisión más insensata!
¡Yo y mi gran ego tiramos al caño la poca sapiensa que me quedaba!

Ahora navego cual barco sin brújula

Y sin carta astral.
Muy en mar adentro me encuentro 
Y no diviso tierra a la vista.
La isla más cercana quedó muchas millas atrás.

Salí en rumbo a buscarte

Y ni sé dónde vives.
Tomé el primer avión a tu encuentro,
Pero creo que de aerolínea me confundí 
Y de horario de abordaje también.
Ahora no sé si me sigues esperando.

Muy tontamente me he dejado guiar por mi arrogancia.

¡Y mira tú a dónde me ha conducido!
¡Realmente esta avenida no la conozco!
¡No distingo las señales!
¡No sé a dónde apuntan!
¡No sé en qué idioma están!

Si pusiera,

Si tan sólo pudiera
Encontrar la Lámpara Mágica
Me tardaría años en pedir mi primer deseo.
No sé lo que quiero
Ni por dónde empezar.
Estoy como en una isla desierta.
A cualquier dirección que vea podría ser el norte.
¿Realmente necesito la ubicación del norte?
¿Es así de importante?

La fe,

Mi fe hace tiempo sus maletas hizo y huyó.
Tomó el siguiente vuelo a la galaxia más cercana.
Y ni adiós me dijo.
Esperanza,
La mía ya no espera más.
Vacía por dentro me quedé.
Esa llama se extinguió sin previo aviso.
La luz piloto también se apagó.

Todos los días

Con mis demonios y amigos imaginario
Sostenemos disertaciones muy interesantes,
Entretenidas y fantásticas.
Me aterra decirles adiós,
Eso implicaría quedarme sola.
Sola en la casa.
En el baño.
En mi cuarto.
En el bus.
En el taxi.
Es mejor tenerlos cerca
Que afrontar la soledad eterna.

Mi estrella gemela,

Es una canción de Ramazzoti.
No aplica eso en mí.
No lo espero.
No lo deseo.
No lo ansío.
Esa mundanidad simplemente no es para mí.

Creo que con Jack

Ron seguiré bebiendo.
Es mejor vivir fuera de este mundo
Que seguir observando la misma pintura roída por la humanidad.
Creo me falta beber otra botella de ron
Pues la aguja de esta brújula sigue y sigue girando
Sin apuntar a ninguna parte.

Tú que me lees,

Si sigo con vida,
Espera la segunda parte de esta historia.
Tal vez la escriba,
Pero no prometo nada.

Friday, August 28, 2015

El Navío

Hay un navío
Surfeando un mar,
Un vasto mar.
Un manto oscuro sin luciérnagas
Cubre la altísima bóveda
De su techo.

Su mar posee
Una profundidad abismal.
No hay fórmula matemática
Que ayude a calcular tal profundidad.
Se desconoce si alguna vez
Fue más seco o más profundo.
Y nadie se atreve a descifrarlo.

Ese navío lleva consigo
Un único pasajero.
Una dama de edad incierta.
No se sabe cómo,
Ni por qué
Viaja sola en ese navío.

Las medidas
De ese navío también son dudosas.
A veces de cerca se ve pequeño,
Otras,
Descomunal.
Lo mismo ocurre si se aprecia de lejos.

Se sospecha que tiene vida propia.
Crece a voluntad,
Y surca la mar
Según sus caprichos.
A veces llega a puerto,
Pero no atraca.
Su pasajera nunca desembarca.
Se rumora que
Alguna vez
Ella un alma libre fue.

Su rostro
Era como apreciar un ángel.
Tocar su piel, como
La caricia de una rosa.
Su voz, como
Un canto de soprano.
Posee un cabello,
De color negro azabache.
Envidiado por aquellas que
En tierra firme
Habitan.

Nadie sabe cuándo
El navío decidió llevársela.
Tampoco saben
Por qué ella
La escogida
O la infortunada fue.
Depende de a quién consultes, así te dirá.

Su sonrisa no ha sido vuelta a ver
Desde que zarpó a alta mar.
Hay quienes la extrañan.
Hay otros que no la conocen.
Hay algunos que saben que en tierra firme vivió.
Hay quienes le piden que regrese.
Más el navío
Cautiva la tiene.
En sus planes
Regresarla,
Contemplado
No está.

La fuerza del navío
De la soledad de su pasajera proviene.
Pasan noches en las que
Ella no duerme.
Existen mañanas
En las que ella no despierta.
Desde el muelle la contemplan
Danzar y cantar.

Ha perdido su gracia ya.
Y dicen que
Sus movimientos
Asincrónicos y erráticos
Son.
Sus canticos
Sin sentido y más parecidos
A los que los locos entonan;
Dicen escuchar.

Se asegura qué
El navío
Toda su cordura robo.
Así como su fe
Y, esperanza.
El navío no posee brújula,
Ni tampoco timón.

Ella deambula
Diariamente
De arriba abajo,
Por todos los niveles.
Hay anocheceres que la cubierta
Recorre de proa a popa.
Hay atardeceres que
A los camarotes baja
Y en días no la ven salir.

Se la ha visto
Que de noche
Quiere tomar el sol
Se la visto
También,
Queriendo apagarlo,
Para así de día dormir .

Alguna vez una joven
Muy sensata fue.
Divertida,
Espontanea,
Amena,
Y muy conversadora
Lo fue también.
Mas su luz
Extinta está ya.
El navío
Todo de ella tomó.
Todo lo que roba
Se queda de por vida.

Los aldeanos ya no esperan
Que algún día regrese.
El navío la ha raptado
Y tierra
Jamás
Volverá a pisar.