Friday, August 28, 2015

El Navío

Hay un navío
Surfeando un mar,
Un vasto mar.
Un manto oscuro sin luciérnagas
Cubre la altísima bóveda
De su techo.

Su mar posee
Una profundidad abismal.
No hay fórmula matemática
Que ayude a calcular tal profundidad.
Se desconoce si alguna vez
Fue más seco o más profundo.
Y nadie se atreve a descifrarlo.

Ese navío lleva consigo
Un único pasajero.
Una dama de edad incierta.
No se sabe cómo,
Ni por qué
Viaja sola en ese navío.

Las medidas
De ese navío también son dudosas.
A veces de cerca se ve pequeño,
Otras,
Descomunal.
Lo mismo ocurre si se aprecia de lejos.

Se sospecha que tiene vida propia.
Crece a voluntad,
Y surca la mar
Según sus caprichos.
A veces llega a puerto,
Pero no atraca.
Su pasajera nunca desembarca.
Se rumora que
Alguna vez
Ella un alma libre fue.

Su rostro
Era como apreciar un ángel.
Tocar su piel, como
La caricia de una rosa.
Su voz, como
Un canto de soprano.
Posee un cabello,
De color negro azabache.
Envidiado por aquellas que
En tierra firme
Habitan.

Nadie sabe cuándo
El navío decidió llevársela.
Tampoco saben
Por qué ella
La escogida
O la infortunada fue.
Depende de a quién consultes, así te dirá.

Su sonrisa no ha sido vuelta a ver
Desde que zarpó a alta mar.
Hay quienes la extrañan.
Hay otros que no la conocen.
Hay algunos que saben que en tierra firme vivió.
Hay quienes le piden que regrese.
Más el navío
Cautiva la tiene.
En sus planes
Regresarla,
Contemplado
No está.

La fuerza del navío
De la soledad de su pasajera proviene.
Pasan noches en las que
Ella no duerme.
Existen mañanas
En las que ella no despierta.
Desde el muelle la contemplan
Danzar y cantar.

Ha perdido su gracia ya.
Y dicen que
Sus movimientos
Asincrónicos y erráticos
Son.
Sus canticos
Sin sentido y más parecidos
A los que los locos entonan;
Dicen escuchar.

Se asegura qué
El navío
Toda su cordura robo.
Así como su fe
Y, esperanza.
El navío no posee brújula,
Ni tampoco timón.

Ella deambula
Diariamente
De arriba abajo,
Por todos los niveles.
Hay anocheceres que la cubierta
Recorre de proa a popa.
Hay atardeceres que
A los camarotes baja
Y en días no la ven salir.

Se la ha visto
Que de noche
Quiere tomar el sol
Se la visto
También,
Queriendo apagarlo,
Para así de día dormir .

Alguna vez una joven
Muy sensata fue.
Divertida,
Espontanea,
Amena,
Y muy conversadora
Lo fue también.
Mas su luz
Extinta está ya.
El navío
Todo de ella tomó.
Todo lo que roba
Se queda de por vida.

Los aldeanos ya no esperan
Que algún día regrese.
El navío la ha raptado
Y tierra
Jamás
Volverá a pisar.