Estoy
llena de cursilerías.
Adoro
estar así.
Te amo
tanto.
No sabía
que guardaba todo esto dentro de mí.
Me has
transformado,
Renovado,
Mejorado.
Eres
magnifico en lo que haces.
Eres,
Eres,
Simplemente
eres
Lo mejor
que me ha pasado en estos años de vida vagabunda.
Deambulaba,
más no reparaba en dónde me encontraba.
Nunca
quise hacerlo,
Hasta
ahora.
Dios
me ha dado un faro,
Una luz
que ver.
Ahora
tengo
Metas
que conquistar,
Rutas
que seguir,
Y
Sueños
que alcanzar.
Ese hombre
que siempre deseé y anhelé desde la profundidad de mí alma,
Más nunca
creí que existiera,
Eres
TÚ.
Tú.
Tú.
Sin buscarte,
Sin saberlo,
Llegaste
y te anclaste en mí ser para nunca irte.
No,
No deseo
que partas algún día.
Mi amor,
Tengo
en mi pecho una gratitud enorme hacia ti.
Tengo
en mi pecho amor para darte por siempre.
Tengo
en mi pecho un lugarcito especial,
Muy especial,
Llamado
corazón,
Para
que te alojes y te sientas cómodo.
Es una
suit real,
Digna
de ti.
Bebé,
Te amo.
Te amo.
Te amo.
Te amo
tanto
Como
nunca creí amar a alguien.
Las canciones
cursis me hacen llorar.
Me identifico
con todas:
“Nadie
más te amará como lo hago yo.”
“Eres
el correcto.”
Y todo
lo demás que dicen entre sus versos.
Quisiera
bailarlas todas contigo,
Cantarlas
a dueto contigo.
Oírlas
por siempre contigo.
No sé
cómo terminará este poema.
Tal vez
cite rimas de alguna canción cursi de las que ahora soy tan fan…
Tal vez
no.
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