Hoy le digo adiós
A un amor que nunca fue.
Me toca despedirme
De una estrella
Que nunca estuvo en mi firmamento.
La rosa de mi jardín
Hoy pierde un pétalo más.
No me diste tu amor,
Pero si tu cariño.
Y yo lo cuidaba tanto.
Amigo mío,
Me cuesta pronunciar estas palabras
Que no traen aliento,
Sino que acarrean consigo
Desolación.
Estaba tan feliz
Yo en mi mundito
Perfecto,
Puro e inamovible.
Hasta que llegaron
Los vientos de la sabiduría
Y destrozaron
Mi castillito en el aire,
El cual era bello y
Engalanaba los cielos,
O al menos eso creía yo.
Amigo
Me diste tanto
En tan corto tiempo.
Yo te amé desde el inicio,
A ti te llevo más tiempo.
Gracias por prestarme tus oídos
Para escuchar mis problemas.
Gracias por brindarme esa mano amiga
Para ayudarme a levantarme y seguir en el camino.
Gracias por estar ahí para mí
Cuando te solicitaba,
En el momento que fuera.
Gracias por compartir
De esa gran brillantez
Cuando necesitaba esclarecer mis miles de dudas.
Con el corazón roto
Y un dolor inmenso en el alma
No quiero decirte adiós,
Ni dejarte ir.
Pero creo que es necesario
Que enfrentemos ambos esta etapa.
La vida sigue su curso
Y nos invita a separarnos.
Pensamos igual para muchas cosas,
Así como disertamos en otras.
Es por las que compartimos,
Que ahora me es necesario
Arrancar la más bella flor
De mi jardín
Y dar cabida a lo desconocido.
Me toca enfrentar la vida
Por mi cuenta,
Sola,
Sin ti.
Te extrañaré.
¡Oh! ¡Sí qué lo haré!
Guardo conmigo
Todos los bellos momentos
Que me diste.
Serán hermosos recuerdos
Almacenados por siempre
En mi lóbulo temporal,
Más precisamente en
El lóbulo temporal medial.
Me enamoré de ti,
Y por el bien de mi cordura
Te digo adiós.
¡Adiós!
Hasta que la vida caprichosa
Nos haga tropezarnos una vez más
En la vida del otro.
¡Adiós!
¡Adiós mi amigo!
¡Te amo!
¡Adiós!
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