Para este poema un amigo me sirvió de inspiración y 24 horas antes me había inspirado para otro también.
Mi castillo de naipes
Ha sido derribado
Por lo vientos fríos
Del Norte.
La esperanza que tenía
Se ha esfumado,
Voló libre
En forma de mil polillas.
Mis sueños
Fueron aplastados
Como quien deteste
Los bichos rastreros.
El sol me sonrío,
Me dio su calor
Y me abrazó
Con su amor.
Se dieron as seis
Y el sol se ocultó.
Se fue su calor
Y nada quedó.
No había luna en lo alto,
Un cielo oscuro y sin estrellas
Contemplé.
En el silencio de la noche
El mensaje por fin comprendí:
No era yo, no era yo.
Simplemente
No era yo.
Impulsiva fui,
Con la corriente del río
Navegué,
Ni brújula,
Ni Mapa, llevé.
Solamente
Mi dizque intuición
Empaqué.
Mi dizque intuición
Empaqué.
Encallé
Y mi bote se hundió.
La gélida agua me durmió
Al rato desperté y a la orilla nadé.
Aquí estoy
Buscando
Mi estrella Polar,
Mi guía y mi luz.
Alguna noche te he de encontrar.
Sigo aquí,
Y alguna noche
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