Monday, April 9, 2012

Lobos Hambrientos, Dioses Sordos

Me han tirado a los lobos,
Con nada más que
Miel sobre mí.
Y los dioses
Esperan que,
Yo tome el control
De estas bestias.
Que las mantenga calmas,
En silencio e inmóviles.

No tengo calzado alguno,
Los guijarros y espinas
Que yacen sigilosamente sobre el suelo
Me lastiman en cada paso que doy.
Me congelo,
Pues no fui provista con ropa abrigadora.
El viento es muy frio,
Me cuesta respirar.

No hay luz aquí,
Solamente alumbra
Una luna menguante
Que ya está por desaparecer.
No tengo destino,
Vago por el bosque.
Cada vez
Me adentro más y más.
El silencio es tal
Que puedo oír a los lobos
Que me persiguen,
Desde leguas atrás.
Es fácil
Para ellos seguirme,
Debido al rastro de sangre
Que dejan mis pies,
Cuales migas de pan.


No me puedo esconder,
No hay donde.
Y los dioses
Siguen esperando
Que yo dome a esas bestias hambrientas.
No he dormido en décadas,
Porque eternamente
He estado huyendo de los lobos.
Esa es mi inmortal rutina,
Día y noche,
Todos los días.

He pedido a los dioses
Que me libren de este calvario,
Pero parece no importarles,
Porque no contestan mis plegarias.
¿Será acaso
Qué he pedido demasiado
O estaré pidiendo muy poco?
¿Debería gritarlo a los vientos
O debería pedir a otro dioses?
¿Debería dejar de pedir
Y solamente aguantar?

He olvidado ya
Como es disfrutar de una rica cena.
Ya ni recuerdo cuando fue la última.
Tampoco recuerdo a que sabía.
He estado huyendo por tanto tiempo ya,
Que no he tenido tiempo para merendar.

Cómo añoro mi cama
La que compartía con el heredero,
Tan blanda como el algodón.
Tenía sábanas de seda
Blancas como las nubes.
También añoro las flores
Que con sus miles de colores
Engalanan los jardines
Y con sus exquisitos olores
Perfuman los salones
En el palacio del rey.
Extraño la sonrisa del príncipe,
La suavidad de sus manos
Y la calidez de su piel.

De noche
Una figura pálida
Viene a mí
Y me da un días más de tortura.
De día
Una figura de cabellos oscuros
Viene a mí
Y nuevamente
Me transporta a la noche.

Yo no pedí esta cruz.
Nadie pide semejante tormento
Para sí mismo
Por el resto de su vida.
¿Cuál fue mi delito
Para hacer rabiar a los dioses?
¿Fue tan grande mi ofensa
Para merecer este castigo?
¿Algún día terminará?
¿Habré pagado ya
Parte de mi deuda?

Hago lo que mejor que puedo
Para complacer los deseos de sus corazones.
¿Se habrán detenido
Alguna vez
Para observar mi progreso?

Espero que este calvario
A su fin llegue pronto.
Ya mi cuerpo
Gastado
No puede soportarlo más.
Necesito descanso.
Espero que este calvario
A su fin llegue pronto.

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